4.5 estrellas

2023-02-15 17:26:50 By : Ms. Renee Chan

Recientemente Sony ha actualizado su gama de barras de sonido premium con tres nuevos modelos. La Sony HT-A5000 es el intermedio y en Gizmodo la hemos probado junto al Subwoofer Sony SA-sW5 y los altavoces traseros SA-RS5. Si estás buscando un sistema de sonido de alta gama y curioseas modelos como la Sonos Arc, esto te interesa.

Imprescindible comenzar repasando brevemente las diferencias entre la A5000 y sus hermanas de gama, la A3000 y la A7000. Los números de serie ya aluden a su tecnología. La Sony HT-A3000 es el modelo de entrada, una barra con sonido 3.1 y 250W que cuesta 699 euros. La Sony HT-5000 es una barra de sonido 5.1 con 450W de potencia total de salida. Finalmente, la Sony HT-A7000 es la versión 7.1. Cuenta con 500W de potencia y alguna que otra función extra, como conexión analógica y un acabado más premium. A cambio cuesta 1.400 euros.

Dicen que en el medio está la virtud, y personalmente creo que la HT-5000 es el mejor modelo de los tres en relación precio-calidad. La HT-A6000 tiene que sonar de fábula con sus 7 canales, pero no se si merece la pena el desembolso extra de 400 euros. En potencia ambas (la A5000 y la A7000) van muy parecidas.

La mediana de las tres nuevas barras de sonido de Sony toca todos los puntos dulces para ser la reina de cualquier salón. Imprescindible disfrutarla con los altavoces traseros.

La mediana de las tres nuevas barras de sonido de Sony toca todos los puntos dulces para ser la reina de cualquier salón. Imprescindible disfrutarla con los altavoces traseros.

A nivel de diseño, la Sony HT-A5000 es sencilla. Casi minimalista. Mide 1210 x 140 x 67mm. En otras, palabras, que tiene la anchura típica de un televisor de 55 pulgadas por lo que no deberías tener muchos problemas a la hora de buscarle hueco.

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La parte superior está acabada en un plástico que imita la textura del cuero y es fácil de limpiar. Todos los altavoces (dos orientados hacia arriba y siete orientados hacia el frontal) están protegidos por una sólida malla metálica. Esa misma malla protege una pantalla LED monocroma en la que se va mostrando la información. Hay un puñado de controles físicos en la parte superior, pero el mando a distancia (cómodo y no demasiado grande) es necesario.

Las conexiones físicas de la HT-5000 incluyen un HDMI e-ARC de salida, pero también un HDMI de entrada al que podemos conectar dispositivos externos como un reproductor de Blu-Ray o la PS5. Me hubiera gustado que hubiera dos HDMI de entrada como en la espectacular barra de sonido Creative SXFI Carrier , pero al menos hay uno. No se puede decir lo mismo de modelos equivalentes como la Sonos Arc, que no tiene ningún HDMI de entrada. La Bose Smart Soundbar 900 también cuenta solamente con uno.

La buena noticia es que ese único HDMI es un 2.1 compatible con vídeo en 8K, en 4K a 120Hz, y Dolby Vision. Ideal para la PS5.

En el apartado inalámbrico, la Sony HT-A5000 tiene Bluetooth, y wifi, y es compatible tanto con ChromeCast como con AirPlay 2. La conexión wifi se usa para dar soporte a ChromeCast y AirPlay, para darle a la barra comandos de voz (es compatible con Alexa), para actualizaciones y poco más. No hay muchas apps integradas en el software de la barra, pero es que tampoco hacen falta porque la conexión Bluetooth soporta LDAC a 990Kbps, por lo que si la usamos con servicios que soporten alta definición como Tidal o Amazon el sonido que da el formato Sony 360 Reality Audio es simplemente espectacular. En ese sentido la A5000 es una barra que también sirve de equipo de alta fidelidad sin ningún problema.

Todas las funciones de la barra se manejan desde un menú principal en pantalla cuyas opciones podemos seleccionar desde el mando. Es fácil de usar, pero echo de menos algo más de complicación como la posibilidad de ecualizar el sonido manualmente. También echo de menos una aplicación que permita controlar y configurar la barra desde el móvil como la excelente app de Sony para auriculares.

El sonido que emite la HT-A5000 es especialmente claro, especialmente en voces. Cómo equipo de audio para música ya es espectacular, pero donde brilla con luz propia es en cine. La naturalidad y limpieza con la que diferencia cada sonido en una película es de lo mejorcito que he escuchado en lo que va de año.

Hablamos todo el rato de la Sony HT-A5000 como barra de sonido, pero en realidad la HT-A5000 es también el centro de un ecosistema de sonido posicional compuesto por otros dos componentes y es importante mencionarlos no solo porque también os hemos probado, sino porque hay uno de ellos que para mi gusto es absolutamente crucial.

La HT-A5000 tiene altavoces de graves integrados que suenan muy bien, pero si lo que buscas es que el sonido te abofetee en la cara, probablemente necesites algo como el SA-SW5. se trata de un subwoofer con una potencia de salida total de 300W repartidos en un controlador de 180mm y un radiador de graves. Su diseño de bordes redondeados se asienta sobre una estructura sólida que deja el radiador flotando a unos 6cm del suelo para dispersar mejor el sonido. Mide 277 x 409 x 422mm y pesa 13 kilos.

Personalmente me ha sorprendido la calidad de los materiales, con una superficie que imita al cuero y unas patas de goma tan sólidas y estables que me he sentido tentado de sentarme encima a ver si resiste el peso. El SA-SW5 se conecta a la barra de sonido de forma automática e inalámbrica. Solo necesitas una toma de corriente cerca. Una vez conectado puedes verificar que realmente lo está desde la barra pero no es ni necesario.

A nivel de sonido, el subwoofer hace que cosas como las explosiones suenen mucho mejor, pero también se nota su presencia en la música y hasta en las voces, que ganan en algo de profundidad y naturalidad.

El segundo componente asociado a la barra de sonido HT-A5000 (es compatible también con la HT-A7000 y la HT-A3000) son los altavoces traseros inalámbricos SA-RS5. Cada uno de ellos tiene tres altavoces internos: uno de medios que hace las veces de principal y que apunta en diagonal hacia arriba, un altavoz de agudos de tipo cúpula, y un altavoz de graves unido a dos radiadores pasivos. Cada altavoz tiene una potencia total de salida de 90W, lo que deja la pareja en 180W.

Los SA-RS5 llevan dentro una batería con una autonomía de hasta 10 horas y carga rápida (El tipo de conector es propietario. Cada uno viene con su propio cable y un pequeño transformador). Con solo 10 minutos de carga (el tiempo que tardas en hacer las palomitas) ya tienes para 90 minutos.

La idea es que puedas usar los SA-RS5 sin tener que enchufarlos, lo que es muy buen punto para salones donde no tenemos espacio permanente donde ponerlos. La conexión con la barra es automática, aunque requiere que los altavoces y esta se “vean” hasta cierto punto. Lo digo porque puse uno de los altavoces en la ventana detrás de una cortina y la barra no lo reconocía.

La gracia de los SA-RS5 es que aportan sonido posicional a la HT-A5000 (más sobre eso abajo). Obviamente, ese sonido varía en función de donde pongamos los altavoces. Por eso Sony ha dotado a los altavoces de un sistema de configuración rápido que consiste tan solo en pulsar un botón llamado “Optimize” en la parte superior de cada altavoz. El sistema hace el resto.

La barra de sonido HT-A5000 cuesta ya 999 euros. Los altavoces traseros inalámbricos SA-RS5 cuestan 800, y el Subwoofer de 300W SA-SW5 cuesta 800 euros. Hablamos de un desembolso total de 2.600 euros ¿Que es lo que ganas comprando los tres componentes? Pues un sonido posicional inalámbrico simplemente espectacular.

En su momento ya os explicamos cómo hacen los estudios de sonido para grabar sonido posicional . Es un proceso bastante más complejo y más artístico de lo que parece, y la barra de sonido HT-A5000 junto a sus altavoces satélite está pensada para exprimir cada gramo de ese arte y soltarlo a chorro por tu salón.

Ver una película con este equipo es una experiencia tan sutil como memorable. Es sutil porque no tiene que ver solo con la potencia bruta de sonido, sino con la procedencia de este en el espacio. Hay un momento de la película Encanto en la que la abuela grita: ¡JUAN! Pues bien, el grito sonó a mi espalda, más o menos sobre mi hombro izquierdo y me hizo pegar tal respingo que casi me levanto del sofá. Y lo más gracioso es que el altavoz que me pegó ese susto no estaba sobre mi hombro izquierdo sino en el suelo, a metro y medio de distancia.

Es solo un ejemplo de docenas. Las personas que hablan desde fuera de plano suenan fuera de plano y sus voces provienen de... ¿la pared? Los objetos en movimiento suenan diferente a medida que se mueven por delante tuyo en la pantalla. Los ruidos de fondo suenan a tu alrededor y tienen verticalidad. Los monos o los pájaros en los árboles, por ejemplo, suenan sobre tu cabeza, y las ruedas de un coche sobre la grava en la serie Wednesday suenan a ras de suelo.

¿Merece la pena pagar 2.600 eurazos por esa experiencia? Si los tienes sin duda, pero hay que tenerlos. Lo que sí te puedo asegurar es que una vez pruebas esa manera de ver cine y vuelves a tu barra de sonido de siempre es como si estuvieras escuchando la película a través de unos auriculares desechables del AVE. Es que no hay color.

Por otra parte, el hecho de que los altavoces traseros tengan baterías y puedas reubicarlos a placer y configurarlos con un solo botón es fantástico. Atrás quedaron los tiempos en los que había casi que aprender teoría del sonido para poder configurar los altavoces 5.1. Aquí da igual el tamaño de tu salón, la altura del techo o la disposición de los altavoces. Solo hay que enchufar, encender y disfrutar. Esa comodidad y una calidad de sonido de alta gama definitivamente cuestan ese dinero. Personalmente, y si tuviera que quietar algún componente de los tres, sería el Subwoofer. Aporta contundencia a los graves, sí (con 300W como para no hacerlo) pero son más importantes los altavoces traseros y la profundidad que añaden al sonido general.

Por lo demás, la barra de sonido HT-A5000 vale cada euro que cuesta. Un sistema de sonido redondo, cómodo y elegante que me ha dolido devolver como pocos.